En la columna del mes pasado en “Catalunya plural” reflexionábamos sobre las posibilidades de un ecologismo plebeyo, capaz de constituir una fuerza política y cultural con capacidad para orientar el campo político plebeyo. Contraria a esta perspectiva, y como contrapunto polémico, nos preguntamos ahora por la dimensión teológica implícita en las miradas moralizantes que se proponen convertir a cada persona en su propio enemigo; la culpa como vector de consumo verde y responsable. He titulado el artículo “La ética eco-protestante y el espíritu del ecologismo moralizante”. Pincha aquí para leerlo
